Poemas propios

martes, septiembre 28, 2010

Tono

 

 

Noche mía que has vuelto,

durarás todas las horas que quieras quedarte,

así ha sido las últimas veces que me has visitado

y no serán las musas, las que osen espantarte,

ni los disfraces que suelo ponerme quienes

corran tras tu huella dolorida.

 

Estrujo y estrujo mis venas

y no sale más que este tono de palabras.

 

 

 

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domingo, septiembre 26, 2010

Pregunta

 

 

Me embebo en mis oráculos,

el mexicano,

el uruguayo,

la uruguaya,

el chileno,

la nica,

el gringo,

ellos todos que conocí

caminando pueblos

hace siglos,

cuando la tierra era más redonda

y menos fría.

Los invoco iracundo,

y les pregunto…

¿en que tiempo y persona

el verbo amar se conjuga

“me conformo”?

 

 

 

 

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Nota: este también debía ser liberado luego tiempo guardado.

Ternura

 

 

 

 

¡Ternura!, ¿dónde está la ternura?,

esa de echar de menos al otro corazón,

esa de no saber por qué las entrañas

se aprietan incontrolables de no saber.

 

Como demonios encuentro eso que busco

sin saber realmente a que se parece.

¡Ay! ternura le dicen,

se viste de caricias y abrazos en las tardes,

y de sexo calmo en las noches,

de besos en las mañanas olvidables.

 

Yo quería, creí que tenía

me engañaron

los olores y los sabores del placer,

de las soledades coincidentes,

de las carne sobre la carne,

de los miedos a no tener.

 

De mañana en el expreso

de la estación terminal,

caminaré sólo mientras espero

buscando, mi vida, buscando,

eso que no encontramos

a punta de golpes de palabras

ni siquiera en los mares eternos

de nuestros sin razones.

 

Me voy de aquí porque aquí ya no hay nada…

 

 

 

 

 

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Nota: este poema estaba guardado por ahí. ha sido liberado!

Imagen: Ternura 2 (Oleo sobre lienzo en http://www.sigojoven.com/grupos/el_rincon_del_artista/articulo/ramon_vicente_gines)

No me quiero acordar

 

Ya no me acuerdo, no me quiero acordar,

pero reviso las páginas escritas, tantas.

Vuelo entonces por entre las sensaciones.

Ahí quedaron enterradas, entre versos

que nadie leerá a nadie, ni para si.

lunes, septiembre 20, 2010

Namaste Amor

 

 

namaste bja namaste bja namaste bja 

 

 

 

 

namaste bja namaste bja

namaste bja

 

 

 

 

 

 

 

 

Ha salido el sol,

no hay nada que temer,

está todo en tus manos.

 

A qué habría que temer, si los amores

vuelan como han volado siempre,

si las miradas están llenas de luz

aunque no se encuentren,

si en la cocina aún queda olor a pan tostado.

 

No existe la distancia cuando

son los corazones los que se abrazan,

ni existe el tiempo,

si sólo hace un segundo,

como en todos los segundos

bailabas en mi balcón.

 

Que importa si los besos son de salva

y las caricias nada más que una danza,

que se repite tanto que ha dado forma al aire.

 

Y en esta locura de mirar la ciudad

desde las no tan altas alturas,

te encuentro en cada una

de esas cumbres con ventanas,

mirando hacia donde me iré a caminar.

 

Para liberar aquel sol que guardábamos

rompo el cristal con un beso suave,

y me lo llevo a recorrer esos campos,

sembrando memorias

para cosechar tibias frutas en el pecho.

 

Yo se que vendrás y te conoceré

y me conocerás,

seremos uno como hemos sido siempre

hasta que llegue la hora de partir

como ha sido siempre.

 

Tendrás un nombre y yo versos innumerables

para recibirte, para tenerte, para detenerte

para despedirte, para extrañarte.

 

Te bendigo amor, porque veo a Dios en ti,

porque el universo te trajo

justo en la momento en que mis brazos se abrieron.

 

 

 

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Me acecha el ecuador

 

 

Se acerca el ecuador,

me acecha desde la orilla

de mis propios miedos,

cargado de historias gemelas.

 

No escapo, busco,

esa lista de palabras que iluminan

porque el camino ha sido oscuro

pero siempre estrellado,

y hasta con un par  de lunas

que me acompañan.

 

He dejado muerto al niño,

y me ha perdonado,

he cargado en mi espalda al promisorio,

escondido, camuflado entre tanta soledad.

 

Aquel día cenarán conmigo,

y nos iremos a otras tierras a construir.

 

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NOTA: Aún lo veo con esperanzas,

porque sólo me acecha y no me asecha.

domingo, septiembre 19, 2010

Sin nubes

 

 

inthecloudsmain

 

 

 

 

 

 

 

 

 

Ya no quedan ni las últimas trazas

del paso de las nubes que tapaban el sol,

mientras bailaban cobardes para no seguir volando,

para caer al suelo, reales en gotas de lluvia.

 

Se han ido, sin decir nada, sin escuchar nada,

sordas ellas que nunca quisieron saber

de cuanto se les amaba,

de los tozos  de noche que me robaban.

 

Imbécil quién quisiera ser como yo

e ir corriendo a atraparlas con los dedos,

dejando el corazón de carnada,

ilusos por creer, nada más que por creer.

 

No hubo red que retuviera sus formas a mi lado.

 

Ya ha pasado el invierno y las nubes que se han ido

sólo dejaron el frio y la sombra a su paso,

sólo dejaron a mi nariz sedienta de sus olores

únicos, sensuales, sexuales, carentes a veces.

Como desearía meterme entre sus formas,

a calmar mi sed bebiendo suavemente

desde sus entrañas.

 

Me consuelo jugando desnudo en mi cama

nadando como una serpiente

que conocía su camino y que no llega a ninguna parte.

Soy nada más que un zigzagueante pez

perdido en un mar infinito,

sin nubes, maldición, sin nubes.

 

 

 

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Silencio III

 

Lo peor del amor no es cuando muere,

es que ya bien  muerto, se lleva a la poesía.

(Perdona Sabina).

 

Le vi la cara a la peor muerte,

me dijo que lo estaba pensando

que quién sabe, que quizás lo haría.

 

La miré a los ojos oscuros y rogué,

que no hiciera su trabajo todavía,

que se llevara todo de mi

pero nada de él.

 

Puse mi corazón en una bandeja

y se lo ofrecí.

 

Ella lo tomó, se fue,

todos sonreímos.

 

Silencio.

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Imagen: Paraguas en el Silencio. Óleo sobre tela. 125X160 Cms.