Se acerca el ecuador,
me acecha desde la orilla
de mis propios miedos,
cargado de historias gemelas.
No escapo, busco,
esa lista de palabras que iluminan
porque el camino ha sido oscuro
pero siempre estrellado,
y hasta con un par de lunas
que me acompañan.
He dejado muerto al niño,
y me ha perdonado,
he cargado en mi espalda al promisorio,
escondido, camuflado entre tanta soledad.
Aquel día cenarán conmigo,
y nos iremos a otras tierras a construir.
.
.
.
NOTA: Aún lo veo con esperanzas,
porque sólo me acecha y no me asecha.
0 Comentarios.De ellos me alimento.:
Publicar un comentario