Es que necesito escribir,
escuchando esa canción cien veces seguidas,
fantasmas no me reprochen
estos minutos porque no puedo evitarlo,
es que anoche ha llovido en septiembre,
es que mis hijos ríen allá arriba,
es que mis noches comprenden,
es que la paz intensa no es la de antes.
Y voy haciendo caminos de letras,
para quien desee recorrerlos,
aunque no sean perfectos,
no importa, no se cobra peaje.
No necesitarás mapas de estos senderos
circulares, porque no llevan a ningún lado.
No busques mis ciudades aquí,
sólo hay ventanas para verlas.
Y la lluvia chisporrotea en este techo
para recibir con tambores el andar perdido
de tantos Benjamines, que caminan
por pasajes de nuestras historias cruzadas.
Podría ser un anciano en este momento
sentado en esta silla mirando el jardín,
y sería igual.
Podría ser cualquiera
en cualquier parte imaginaria...