El amor como la energía
no se pierde, sólo se transforma.
Me viene buscando el sol
te llamo en mis sueños, en ellos me entrego,
y sigo escribiendo sin voz.
Tu imagen me huele a melisa
y el sonido de tus pasos ausentes
a verbena limón.
Ya no duele ver a tu espalda
haciéndose microscópica,
porque el cofre se cerró.
No me dueles y el amor se quedó
convertido en cuadro bello
en la pared de mi casa.
Agradezco tanto lo que fue
y me quedo con lo mejor
en el álbum de la vida.
Hoy que ya no estás
eres ladrillo nuevo de mi camino
tan bello como yo sé que recuerdas.
Yo le contaré a nuestro pasado
como pasan ahora los días
como crecen los niños, como crece la vida.
Y si también son nuestros pasos
los que quedaron grabados en la ciudad
que importa entonces que sólo seamos pasado.
No te diré adiós simplemente
porque eres huella en mi historia
porque algo de ti en mi se quedó.
Hoy que todo a tomado su justo lugar
hoy que sólo queda el invierno al otro lado de la ventana,
me dejo atrapar por el sol.