(A veces cuando la luz nos acompaña demasiado
es bueno recordar el dolor,para ver cuan sanos estamos)
Fue hace siglos,
cuando me condené a navegar
siempre por el mediocre meridiano
de esta cama triste,
equidistante de los precipicios
que ya no conocen a nadie.
Y la esquizofrenia galopante del insomnio
con dolores de cuerpo y de los otros,
ataca experta
con el aroma de la locura de saberte cerca.
Y me abrazan los siglos,
cuando a estas horas escribía palabras rotas.
Así era el dolor…
Recuerdo.
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