Siempre estará en los bares del mundo
sentada en un rincón hablando con su copa,
esa mujer… si la ves, dile que ya no llueve.
Revienta tu pecho en lágrimas
que iluminan tus ojos, en este segundo,
que se quiebra entre versos.
Estás triste, fumas nerviosa
allá en el otro universo.
Te rabean las penas
que no fuiste capaz
de abandonar al otro lado
del mundo perverso,
que te toco recorrer,
lleno de flotillas de masacre
y sin amores de reserva.
Y te ves hermosa
tu tan mujer en ese bar,
que no aparenta
como tu no aparentas.
Si tuviera te regalaría un corazón
si pudiera construiría un puente
pero no tengo ni puedo.
Me despido.
0 Comentarios.De ellos me alimento.:
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