Callado
poeta muerto,
ese que ya dijo
todos sus versos
y el aire le sobra en la boca.
Uno que ya coleccionó
todos y cada uno
de los sinónimos para tus caderas
de los adjetivos para tu cintura
de las metáforas justas
para labios tan perfectos.
Viajó por ciudades
buscando el mejor lugar
para decir en silencio que te ama.
Probó rincones como quién prueba zapatos
e inevitablemente siempre se encontró
pegado a tu espalda.
Caminó desnudo por las calles
de esas ciudades
donde sobreviven sólo los invisibles.
Y justo en ese momento
en que nada más podía decirse
tu le devuelves el alma al cuerpo
y el aire a su boca.
Ese que parecía poeta muerto
se llenó de versos otra vez.
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foto: Bilbao 2011
0 Comentarios.De ellos me alimento.:
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