Recuérdame desaparecer cuando esta melodía acabe.
Trae a mi memoria la realidad
en la que no existo,
porque la historia no existe,
porque el recuerdo no es más que una novela.
He muerto asesinando por estos versos,
y le he dicho al destino que se guarde
sus malditas impresiones.
Nadie habrá de buscarme en la noche,
cuando las luciérnagas
descubran que la luz es un misterio.
Por esta noche me guardo las palabras,
que sólo tienen respuesta en el silencio.
Y así descubro, y así descubres.
No eras más que vida en mi regazo.
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