Mi viejo planta frutillas,
mi madre hace parir empanadas al horno,
hay una perra vieja en el patio
que le porfía las horas a la pelá,
gracias a Dios, mis hijos se malcrían,
los brindis que chocan corazones no sobran,
y la pichanga del abuelo con el nieto
no saben de rótulas viejas,
el amor es un zancudo,
y mi espalda se hace agua
pensando en la siesta.
Pd: Gracias al Vicho por ayudarme con la memoria :-)
