El problema de esto de morirse de pena
es que no importa cuanto ardan las heridas
uno nunca termina de morirse.
Quienes han transitado los caminos
de saber que ya no existe aquello
que dejaba olor a razones,
sabrán de lo que hablo.
Se hará poesía triste y clandestina
bitácora del viaje eterno,
las mareas seguirán cruzándose
en nuestro camino,
no terminará el viaje,
no hay puerto que reciba
a mi tripulación errante..
_
1 Comentarios.De ellos me alimento.:
Tenias razon... me gustó...
vuelvo a reconocerte...
a veces
Publicar un comentario