Yo me enredo en tus pestañas
y me tropiezo, torpe,
hasta darme con el suelo en la frente,
más bien en los dientes,
hasta olvidar que no te he olvidado.
Me duele tu canallada
de andar con esas caderas,
y esos labios,
mientras yo,
mis manos,
y mi boca,
están vacíos
y vagos en el frío.
Entonces,
no me dejarás más remedio
de apuñalarte de frente
mirándote a los ojos,
yo, envuelto en ti,
y tu, tan llena de mi.
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1 Comentarios.De ellos me alimento.:
Así se hace!
Maravillosas y desgarradas letras.
Va beso.
M.
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