Soy desde hoy
el demonio de los amantes,
el ángel caído sin fe.
He sido asesino,
y un maldito,
he cambiado el equilibrio
y las mareas,
he volado sin permiso,
y dejado en tierra
las alas verdaderas.
De carne débil
como todas las carnes,
culpable de estar ciego,
condenado perpetuo
a saber que lo estaba.
2 Comentarios.De ellos me alimento.:
benja, tanto tiempo :)
primero digo , q siempre tu modo de escribir, me conmueve, siempre
después, q curiosamente, asi tambien me siento , asi como lo q acabo de leer...culpable de estar ciega, etc, etc
y q es un placer venir por esta calle
yo hace rato dejé la inspiración, "dejé las alas verdaderas", y no me acuerdo dónde...a veces siento q nunca tuve
te mando un abrazo fuerte
cuidate mucho
claudia
La ceguera nos enseña a mirar con las yemas de los dedos, las alas siempre están, solo hay que intentar volar nuevamente.
Precioso poema desgarrado.
Abrazo Benja.
M.
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