Poemas propios

domingo, marzo 14, 2010

A veces...

Poema inspirado en “La Ciudad

de Gonzalo Millán.



A veces uno quisiera que el agua de los ríos

subiera por las colinas,

hasta el mismo momento previo a la despedida,

a aquel segundo en que debiste decir algo,

a ese instante en que había que correr a algún lado.



El corazón llora por que el mar enloquezca

y escupa al sol hacia los aires,

para volver a mirar sus ojos

antes de que anochezca

antes de los derrumbes ahogados,

antes de que la muerte rondara

por nuestras ciudades costeras,

vestida de mar bravo, inmisericorde.



La claridad de la luna de esa noche

no bastó para averiguar

qué faltó en sus bocas antes de decir

las últimas palabras,

te amo,

te perdono,

te extraño,

me faltas,

y no, no dejes para mañana,

que esta noche la tierra no perdona.



El mar también demostró

su pena convertida en rabia,

el mar de nuestras aguas,

el mar de esa furia,

al mar de las personas que arrasaron

aburridas de tanto esperar justicia,

despertadas por la tierra que se estremecía

y por las cámaras que se alimentaban de sangre

y vomitaban miseria en las pantallas.



Ay, en estos días

mi Chile tiene una pena,

y ya casi olvidamos por qué llorábamos

al ocaso del febrero veintiséis,

porque ya nada de eso importa.



4 Comentarios.De ellos me alimento.:

MaLena Ezcurra dijo...

Terribles y bellas letras. (no puedo decir más ando emocionada)


Un abrazo de esos, hermano.


MaLe

Anonymous dijo...

Hace tiempo que no leía tanta verdad y belleza... tanta emoción retratando un adentro (abatido) y un afuera (revuelto).

Sobre todo porque febrero veintiseis no logró hacernos olvidar: aquello que se debió decir... cuando hubo que correr... y el otro Mar Bravo, el de rocas blandas de tanto cariño, el de la foto.

Benjamin dijo...

Gracias por los comentarios... es así , todo revuelto.

Y no... ese mar bravo no se olvida.

Arruillo dijo...

Desde la lejanía, felicidades por esos versos y mis pesares por esos tremendos momentos que están pasando todos los chilenos.
Un saludo