Poemas propios

viernes, octubre 30, 2009

Desafío

 

Abre la boca, cierra los ojos,

siente.

Y tiembla

cuando como un lobo

vuelva yo a tu madriguera.

Déjate desear y tener,

no luches,

porque cuando mueran estos versos,

ahí estaré una vez más,

en tu interior,

respirando, irrumpiendo,

conquistando en mis propios reinos.

sábado, octubre 24, 2009

Confieso mi fe

 

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Es la fe

la que también me acompaña siempre,

por eso pareciera que me elevo demasiado

al caminar, incluso cuando estoy cansado.

 

Cierto es que me aprovecho de los versos tristes,

que hablo de guerras y soledades,

y juego a retorcerme

en horas majaderas del alba,

en las que me toca enfrentar

a los fantasmas de mis propias almas,

y sus malditas alas atascadas.

 

Me enredan mis sueños de otras eras,

hago figuras en el aire con mis manos,

cierro los velos de mis ventanas

y comulgo con la paz

cada domingo crucificado.

 

Y aunque hay noches

en que el cuerpo no me acompaña

en las batallas imaginarias

de mis infinitos presentes enredados,

 

Es la fe

la que también me acompaña siempre,

por eso bajo tranquilo a los infiernos,

y subo a los cielos de vez en cuando.

 

Imagen:

Hombre en Busca de Paz / Resurrección. 1972

Bronce, edición monumental. Altura 15 m, peso 4 ton.

Cementerio Campos de Paz, Medellín

martes, octubre 20, 2009

Se Venden

 

Se vende,

o se regala esta poesía triste,

porque ya logré cambiarte el nombre,

ya no te llamas como te llamabas,

desde hoy te llamas pena.

domingo, octubre 18, 2009

Querida Guerra

Estoico camino entre trincheras,
y las balas silban a mi lado
amenazantes de la venida
implacable
de la elegida.

Esta amada guerra
no parece terminar,
la rendición
no es el camino menos perfecto
para volver
a las fronteras propias,
para construir un nuevo pueblo,
para cultivar la tierra
para parir otros hijos.

Entre las montañas y escondites
de mi sábanas frías
hago juegos de guerra
contra ti, enemiga,
que te retiraste
hace tanto tiempo.

miércoles, octubre 14, 2009

Sin final.

 

Quién diría que las estrellas se entristecen

de vez en cuando, de cuando en vez.

Quién diría alguna vez,

que un par de ojos vagabundos

de coral, de piedra, de cartón

caminarían entumecidos por ese balcón,

errantes de razones para no llorar.

 

Pintaré un nuevo firmamento

con lo que me ha quedado

de pinceles entumecidos,

entre mis dedos que se han fugado,

por no saber escribir más que pasiones olvidadas

entre los cajones del soñar.

 

Incendiaré un millón de caricias

antes de encontrar la que no fue,

aprenderé a volar sin brisa ni ventarrón,

aprenderé a elevar el pensamiento

sin la necesidad de soportarlo

en tu espalda,

que es lo que me queda

luego de tantos días de esperar.

 

Y rebalsaré poesía desde mis hombros

por mi pecho y por mi sexo

se derramará cobarde,

por sufrir una vez más el vértigo

que enfría mis paisajes añosos,

anacrónicos por siempre,

cabrones por soledad.

 

No llores alma mía,

no quieras cobrar el pasaje

de este viaje que no termina

porque no puede,

porque no comenzó.

lunes, octubre 05, 2009

Por el mar

 

Hoy sale el sol por el mar

y enfila directo al corazón.

 

Se derraman los silencios

sobre la alfombra,

comprometen latidos solemnes

ante tanta antigua belleza fugitiva.

 

El olvido se hizo largo,

cuan largas fueron tus piernas

cuando estrangulaban mis noches.

 

Han pasado siglos

desde que te olvidé

por primera y última vez.

 

 

Escrito en Montevideo alguna vez