Esta noche El Plata se despeina
y las naves equilibran sus luces
en el horizonte de fantasía.
Los bramidos negros, tibios,
entorpecen la melodía estrellada
amenazante de sueños que no duermen.
Es otra noche de recuerdos humanos,
etiqueta negra del humo,
cama vertical, vida vertical,
ternuras lejanas.
El flaco me lanza sus últimos
raspados sonidos,
y la Idea me saluda
desde la mesita de noche.
¿Cómo sería si quisieras escuchar
mis sonrisas esta noche?
Si solo me quedan mis brazos
que se enredan buscando
tu presencia frente a mi pecho,
esos brazos que marcaste
con tus sueños de noches resignadas.
Han sido tantas las ventanas,
tan pocos los motivos,
y una imagen cariñosa solitaria,
de estas habitaciones diseñadas
para el complot de no poder tenerte.
Me había disfrazado de todo en la vida,
pero nunca de secreto.
0 Comentarios.De ellos me alimento.:
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