Poemas propios

miércoles, octubre 14, 2009

Sin final.

 

Quién diría que las estrellas se entristecen

de vez en cuando, de cuando en vez.

Quién diría alguna vez,

que un par de ojos vagabundos

de coral, de piedra, de cartón

caminarían entumecidos por ese balcón,

errantes de razones para no llorar.

 

Pintaré un nuevo firmamento

con lo que me ha quedado

de pinceles entumecidos,

entre mis dedos que se han fugado,

por no saber escribir más que pasiones olvidadas

entre los cajones del soñar.

 

Incendiaré un millón de caricias

antes de encontrar la que no fue,

aprenderé a volar sin brisa ni ventarrón,

aprenderé a elevar el pensamiento

sin la necesidad de soportarlo

en tu espalda,

que es lo que me queda

luego de tantos días de esperar.

 

Y rebalsaré poesía desde mis hombros

por mi pecho y por mi sexo

se derramará cobarde,

por sufrir una vez más el vértigo

que enfría mis paisajes añosos,

anacrónicos por siempre,

cabrones por soledad.

 

No llores alma mía,

no quieras cobrar el pasaje

de este viaje que no termina

porque no puede,

porque no comenzó.

2 Comentarios.De ellos me alimento.:

rapaz777 dijo...

...alma errante de querer y no poder, de esperar lo que no se tiene y de siempre soñar a jugar con la luna a cazar estrellas...Dificil dejar de leerte y espero que algun dia tus pasajes tengan destino.

Maria Coca dijo...

Un viaje introspectivo que siempre está pendiente.

Me gustó.

Besos