Estoico camino entre trincheras,
y las balas silban a mi lado
amenazantes de la venida
implacable
de la elegida.
Esta amada guerra
no parece terminar,
la rendición
no es el camino menos perfecto
para volver
a las fronteras propias,
para construir un nuevo pueblo,
para cultivar la tierra
para parir otros hijos.
Entre las montañas y escondites
de mi sábanas frías
hago juegos de guerra
contra ti, enemiga,
que te retiraste
hace tanto tiempo.
1 Comentarios.De ellos me alimento.:
Que la bandera de la paz se alce pronto en la colina, o en el dintel de tu ventana.
Un saludo
Publicar un comentario