En la distancia de un cariño fantasma
se esconde un tesoro de caricias dormidas,
esperando por que alguien borre de un soplido
la capa de polvo que lo esconde.
Nace de una mirada que iluminaba el mundo,
de una sonrisa que acababa con temores.
Cabe en mis manos, pero es enorme.
Cuanto se puede querer en un segundo.
En ese segundo aunque sea en la distancia,
cuanto se puede esperar, sin esperar nada,
cuanto se puede creer, con las arcas vacías.
Y tomo el hueco de tu cuerpo en mis manos,
porque es lo que queda
luego de los abrazos que ya pasaron,
y no lloro, solo respiro en silencio
esperando en la distancia
sin esperar nada.
3 Comentarios.De ellos me alimento.:
Quien espera se desespera
y esperando se consuela.
Bonito poema sobre la esperanza.
sin esperar nada
mala costumbre, alguna vez hemos de aprender, alguna vez
un abrazo, tanto tiempo :)
besos
claudia
Volviste!!! que bueno Claudia.
María Coca es siempre un placer que pases por acá. Gracias!
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