Mira que las botellitas vacías
en los escritorios del hotel
(de todos lo hoteles)
ya no parecen tan tristes
cuando están solas.
Así tampoco el viajero
que gusta de ellas, de esas,
me refiero a las botellitas
solitarias y vacías de los hoteles.
Y el viajero medio cantante,
medio poeta y bastante cabrón,
ya no le importa un rábano
ni esa puta costumbre
de esconderse entre los ribetes
de la entrega matutina,
de la duda en las tardes,
y de la sorpresa nocturna.
Mandará al rato esta habitación
a la mierda, porque da lo mismo,
porque podría estar en cualquier
ciudad del mundo, y seria igual,
la botellita quedaría vacía
triste, sola y bella,
sobre el escritorio.
6 Comentarios.De ellos me alimento.:
asi son las botellitas a veces, tan parecidas a nosotros, tan botellitas un rato llenas al otro vacias, asi son, pero son ellas no mas y que se le va a hacer...
saludos hasta donde estes
que genial!!!!
me encanto.
un saludo cordial
Georgina
Por el precio q tienen esas botellitas yo no las bebo, pero aunque en mi habitación del hotel no queden vacias, se quedan solas
muakkkkkkkk
Ufff. gracias a las tres por los comentarios pero sobre todo por aceptar mis caprichos tontos de escribir y tratar de exconder mensajes entre las botellitas vacías del hotel...
No Benja, si no duele, cuando me sentí capaz de constatar que dejé de esperar, dejó también de doler...
Así como ya las botellitas no estaban más tristes, es más estaban bellas, a veces las botellitas vacías guardan mucho más que las llenas...
A veces una botellita vacía nos hace tener más resaca...
Esas botellas son también testigo de soledades...
Buena reflexión. Me gustó.
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