Pongo en una maleta negra
todos esos recuerdos
de mis guerras perdidas.
Van amores de mentira,
van hallazgos dolorosos,
un buen par de fracasos
de esos de siempre,
y va un par de ojos de cristal.
La cargo en una balsa
y la empujo hacia alta mar,
camino al horizonte se aleja,
ella se hace pequeña
y mis lágrimas grandes,
porque a pesar de todo,
me tiraría al agua sin dudar
y nadaría a rescatarla.
Es que se han ido enredados
mil y un momentos felices,
quince mil tamborileos cardiacos,
algunos besos y abrazos,
un montón de buenos kilómetros,
varios tarros de sueños en conserva,
y te vas tú.
Pero no puedo ni debo,
mi ancla ha sido lanzada hace años,
lo que ha sido no ha sido más
que viajes de fantasía
de una nave de pintura.
Y aquí me quedo, llorando en la orilla,
recordando todo en esa maleta,
todo aquello exiliado por decreto.
2 Comentarios.De ellos me alimento.:
ay benja
abrazo
muy bello
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